Con la llegada de la era de la información se modificó determinantemente la relación del ser humano
con su entorno social. La aparición de las tecnologías informáticas, la televisión, la computación y el internet, así como el desarrollo de las redes sociales, establecieron nuevos paradigmas culturales que no están exentos de verse afectos por una naciente dinámica delictiva. A decir verdad, la llegada de la cultura informática se encuentra aparejada con la estructuración de una nueva actividad criminal: los ciberdelitos.
Es precisamente por ello que el actual número de la Revista Mexicana de Ciencias Penales (RMCP) incide en el fenómeno informático y su relación con la delincuencia.
Así, el artículo “Las operaciones con recursos de procedencia ilícita y las fintech”, de Alberto Nava
Garcés y Juliette Núñez Ruiz, incide en el fenómeno de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, el lavado de dinero y la creación de las denominadas fintech, es decir, la fundación de aquellas empresas que brindan servicios financieros (algunos de estos innovadores) a través del uso de tecnologías de la información.
Por su parte, Alicia Rubí Guerra Valdivia presenta un artículo denominado “La identidad en la era
digital”, el cual incide en la importancia de generar una adecuada legislación y tratamiento de la tecnología de la información. En términos similares, Bibiana Beatriz Luz Clara refiere que el uso de la
tecnología ha modificado nuestra sociedad y creado nuevos procesos disruptivos, los cuales requieren de un análisis y regulación desde el espacio jurídico.
Mario Anselmo Gómez Sánchez analiza un fenómeno que ha cobrado gran importancia en los últimos años y del que se sabe poco: los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición de datos
personales (arco), su reconocimiento constitucional y la forma en que estos han funcionado en México
en los 10 años que llevan siendo protegidos. Carlos Ramírez Castañeda, por su parte, advierte la existencia de una ciberguerra que no se está ganando porque no existe una conciencia social de los peligros en la red: la utilización de malware, los ataques a infraestructuras y los vacíos legales.
Pero este número no solo alude al internet, a las empresas o a los derechos de información, también
advierte la incidencia de los videojuegos en la codificación de una estructura social más violenta. ¿Acaso jugar un videojuego puede influir en la conducta de una persona? Daniel Córdova Herrera investiga la posible respuesta a esta pregunta en su artículo “Videojuegos y delitos: ¿correlación o supersticiones?”
Así, la RMCP, a través de los autores, busca ofrecer respuestas innovadoras a los fenómenos sociales
que inciden en la actividad delictiva actual.
Alejandra Silva
Publicado: 2020-06-25